La magnitud del incidente también se reflejó en la pérdida de al menos 40 contenedores al mar, lo que ha generado preocupación sobre posibles impactos ambientales. Aunque por ahora no se han reportado derrames de petróleo, las autoridades continúan evaluando la situación.

Imágenes difundidas por la Guardia Costera India muestran columnas de humo negro espeso emergiendo del buque, mientras dos balsas salvavidas flotaban en las cercanías. Un avión Dornier y varios buques de rescate han sido desplegados para continuar la búsqueda de los desaparecidos y controlar la emergencia.

El buque permanece a la deriva y en llamas, y se teme que el fuego pueda seguir propagándose. La Autoridad Marítima y Portuaria de Singapur (MPA) ya ha iniciado una investigación en conjunto con la empresa gestora del buque, Wan Hai Lines (Singapore) Pte Ltd.

Este incidente ocurre apenas un mes después de que otro buque portacontenedores se hundiera en la misma región, perdiendo 100 contenedores en el mar Arábigo. Aunque en aquel caso no se reportaron daños ambientales, el patrón de accidentes está empezando a preocupar a los observadores del comercio marítimo en el subcontinente asiático.

La situación sigue en desarrollo, mientras equipos de rescate luchan contra el tiempo para localizar a los cuatro tripulantes desaparecidos y contener una tragedia que podría tener repercusiones tanto humanitarias como logísticas.